En el anterior artículo hablamos de cómo elegir los colores para decorar tu casa. Parte de nuestro estado anímico depende de los colores que elegimos para el hogar. El influjo que ejercen los colores sobre nuestro estado de ánimo es considerable. De su combinación dependerán, en muchos casos, las emociones que nos inspire el lugar que habitamos. Por ello, hoy vamos a ver los colores según el estado de ánimo. ¡Comenzamos!
Colores según el estado de ánimo en el hogar
La tristeza, la apatía o la soledad pueden transformarse en alegría y vitalidad con un cambio en la decoración. Por ejemplo, una personalidad hiperactiva se agudiza en entornos de colores cálidos, pero se suaviza en colores plácidos y relajantes.
Los tonos grises oscuros incitan al desánimo, la tristeza y la falta de vitalidad. Los colores cálidos, en cambio, como el amarillo, el naranja y el rojo, inspiran sensaciones positivas y dan mayor confianza y extraversión.
Los colores más fríos, azules, verdes y púrpuras aportan paz y frescura en los dormitorios y en los cuartos de baño. Los tonos neutros, como el beis, gris y blanco, unifican los colores.
Las paredes neutras transmiten calma y nos ayudan a quitarnos el estrés. En los cuartos con poca luz, son recomendables las paredes con tonos brillantes y cálidos. En cambio, en las habitaciones con mucha luz se recomiendan los colores de tonalidades frías.
Si lo que se busca es tranquilidad, se aconsejan colores fríos, como los azules y su gama. Si, por el contrario, se desea generar un ambiente alegre, los tonos tierra, como los amarillos, los ocres o beis, son los más recomendables. Los colores más oscuros achican los espacios y pueden ser sinónimo de tristeza.
El significado de los colores
El rojo
El rojo se asocia con el amor, la pasión, pero también con la agresividad, encarnando el poder. Es un color cálido, excitante, estimulante, que incita a la actividad. Estimula la acción, la competitividad, el apetito, la creatividad y refuerza la energía vital.
Es uno de los colores más poderosos, por lo que no se recomienda utilizarlo en superficies muy extensas porque puede suscitar cansancio. Mejor limitarlo a secciones pequeñas, colocando cojines o adornos formando parte del ambiente. Con el blanco se suaviza, con el azul se enfría.
El naranja
El naranja propicia la creatividad y las relaciones sociales. Se asocia con el fuego, con la aurora y con la luz solar. Transmite alegría, placer y regocijo. Estimula el apetito y la conversación. También es un color cálido, radiante, estimulante y alegre. Se puede utilizar en superficies extensas, pero se adapta mejor a zonas pequeñas.
El amarillo
Es un color caliente y vivaz, asociado a la idea de luz. Por lo que se emplea en lugares de escasa iluminación. Supliendo la falta de luz en ambientes un poco oscuros, ampliando los espacios. Suscita alegría y bienestar, aumentando la energía. Representa la extraversión y la confianza. Representa el sol, las energías renovadoras, el optimismo, el dinamismo y la claridad. Pero si es muy intenso, puede provocar ansiedad.
El rosa
El color rosa representa el afecto y la calma, es símbolo de candidez, ingenuidad, piedad y empatía. Refleja el afecto, los buenos sentimientos y la amabilidad. Sus tonos claros tienen efectos calmantes y relajantes.
El violeta
En su variante lila o lavanda, indica ausencia de tensión, exclusividad, calma y autocontrol. Está asociado a lo femenino. Se anima con tonos que tienden al rojo adquiriendo un poco de calor.
El verde
Es el color de la naturaleza, y como tal, se asocia al aspecto natural de las cosas, al crecimiento y al descanso. Es el color de la esperanza y transmite seguridad y equilibrio. Inspira tranquilidad y serenidad. Si se le añade amarillo adquiere más vitalidad, con azul se enfría.
El azul
Es el color más poderoso después del rojo. Tiene un efecto calmante que se asocia a la seguridad física y los sentimientos pacíficos. Es un color sedante, relaja y aumenta la espiritualidad. Transmite confianza, reserva, amistad, fidelidad y armonía. Sus tonos más oscuros pueden achicar los ambientes.
El blanco
El blanco es el color que se asocia con la paz, la inocencia, la divinidad, la calma y la armonía. Purifica y unifica. Es la suma de todos los colores. Si se combina con colores cálidos, favorecerá la actividad intelectual y la imaginación, dando más luz al ambiente.
Una pared blanca devuelve casi el 84 % de la luz que le incide. ¡Inmejorable para fondos!
En superficies grandes, utilizado por sí solo resulta más bien frío y de no ir acompañado de otros colores, puede cansar. Da relieve a los colores con los que se asocia y se le denomina un color positivo.
El negro
Es reflejo de autoridad, demuestra disciplina y anima a la independencia. Es un color que se presta muy bien a los contrastes.
Conviene utilizarlo con discreción y en superficies pequeñas porque se trata del color más oscuro y de menor cantidad de luz. Como puedes apreciar en la fotografía, añadir elementos de decoración como macetas o jarrones en tono negro puede crear un contraste muy llamativo.
El gris
Es un color neutro. El gris va bien como fondo para colores cálidos.
Conclusión: colores según el estado de ánimo
Como has podido comprobar, los colores que elijamos para nuestro hogar influirán en nuestro estado de ánimo del día a día. Pero sobre todo, no podemos olvidar, que sobre colores no hay nada escrito. Por ello, te recomiendo seguir los consejos que he mencionado anteriormente, pero innovar y dejarte llevar. Prueba a pintar el espacio con un tono más neutro y a usar colores más llamativos o inusuales en la decoración. ¡Estoy segura de que conseguirás la armonía que buscabas!
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