Cada vez es más común escuchar dentro del mundo de la decoración de interiores el término “decoración zen”. Sin embargo, no todo el mundo sabe de qué se trata o en qué se basa este estilo. En el artículo de hoy te voy a hablar un poco más a fondo sobre ella y de cómo puedes implementarla en cualquiera de las estancias de tu hogar.
¡Vamos a por ello!
¿Qué es la decoración Zen?
Inspirada en los principios del Budismo Zen, la decoración Zen es una forma de decoración de interiores cuya finalidad es crear, dentro de cada habitación, espacios que promuevan la tranquilidad y la serenidad.
Esto, según las guías de esta corriente, promueve también la paz interior y el equilibrio emocional. Por lo que si buscas es que en tu hogar se respire la calma, armonía y el sosiego, esta opción es perfecta para ti.
Principios de este tipo de decoración
Como te he contado, esta corriente busca promover la tranquilidad, por lo que la clave de su decoración radica en la simplicidad de las cosas. Además, tiene una fuerte relación con la naturaleza, lo que hace que las plantas también sean un punto muy importante.
Digamos que el objetivo de la decoración Zen es igual que el de un puzzle: Todos los elementos que tengamos dentro de nuestro hogar deben estar en armonía y encajar con los demás. De manera individual, es importante siempre que cada cosa que pongamos cuente con un propósito individual. De esta forma conseguiremos crear un ambiente minimalista en el que únicamente tengamos piezas que nos aporten algo.
¿Cómo crear un espacio Zen en casa?
Si lo que buscas es implementar esta clase de decoración en tu hogar, aquí te van una serie de consejos que deberás tener en cuenta:
Utiliza colores suaves
Las tonalidades neutrales, suaves o que recuerden a la naturaleza son las más indicadas para crear espacios con decoración Zen. Estos nos ayudarán a dar vida a la atmósfera relajante que estamos buscando. El beige, verde claro, gris claro o incluso el blanco son tonalidades que funcionan muy bien si buscamos crear ambientes con este tipo de decoración.
Evita los colores fuertes
Relacionado también con el punto anterior, es importante mencionar que deberemos evitar todo cuanto se pueda los colores llamativos. Estos provocan agitación visual, excitación y estimulación: Todo lo contrario de lo que queremos con la decoración Zen.
Haz uso de materiales naturales
Tal y como he comentado antes, la naturaleza también es un elemento muy importante dentro de esta corriente. No dudes en utilizar muebles fabricados con materiales como la madera, la piedra, el bambú… En lo que a textiles se refiere, la línea es la misma: evita los materiales sintéticos y opta por telas hechas de algodón, cáñamo, lino o yute.
Si quieres darle un toque especial y añadir elementos de decoración, utiliza plantas, piedras, flores… Además de decorar te servirán, por ejemplo en el caso de las plantas y las flores, para purificar el aire.
Prioriza la luz natural
Otro de los factores determinantes relacionados con la naturaleza es la luz. Aprovecha el día y abre tus persianas y cortinas. Deja que la luz del sol se adentre en cada rincón de tu casa y que de esa atmósfera de calidez y tranquilidad que tanto estamos buscando.
Procura tener espacios abiertos y minimalistas
Una de las características más importantes de la decoración Zen es, como te he contado antes, el minimalismo. Cuantos menos muebles o elementos innecesarios tengamos por el medio, mejor fluirá la energía por toda la casa. Si, además, tenemos espacios abiertos, mucho mejor todavía.
Ten siempre tu hogar ordenado
Relacionado con el punto anterior está también la organización y el orden. Procura que cada cosa tenga siempre su lugar y que esté en el. Esto, te ayudará a evitar el exceso y eliminar el desorden, pero, además, a dar sensación de limpieza y evitará el ruido visual.
Conclusión: crear un espacio Zen es mucho más sencillo de lo que parece
El ajetreo diario, en muchas ocasiones, nos aleja de la tranquilidad y paz mental y es justamente en eso en lo que incide la decoración Zen. Ver tu casa como un espacio donde puedas disfrutar del sosiego y la armonía no solo beneficiará a tu hogar, sino también a tu bienestar emocional e interior.
Como has podido ver, crear estos espacios no es complicado. Únicamente deberás evitar los colores fuertes y pasarte a aquellos más cálidos y suaves, utilizar materiales naturales como la madera o las piedras, priorizar la luz natural y procurar tener siempre el espacio libre de trastos que no permitan que la energía fluya correctamente.
Si te has animado a probar con la decoración Zen, cuéntanos en comentarios como te ha ido. ¡Estaré encantada de leerte!
Nosotros nos vemos en la próxima.
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